Escrito por Carlos Espitia.
La pasión es una de las emociones que más sentimientos reúne. La saturación de ganas es un éxtasis exquisito del deseo de expresarse. Como pintar con las manos, comer con las manos, hacer con las manos… (Amamos con los 5 sentidos, pero las manos son las que abren puertas que frao).
Entonces, con las manos expresamos el todo que nos rodea en una síntesis que diga mucho, pero con poco.
¿Por qué?
El mundo de hoy marcha a velocidad de vértigo en las calles y en las redes. El metro de Caracas tiene ahora competencia en la rapidez con que damos clicks en internet, en apps, en redes sociales, scrolls en nuestras pantallas.
En medio de todo este bululú, ¿habrá manera de encontrarnos con nosotros mismos? Panas y jevitas, claro que sí. Y no sólo con nosotros, sino con lo nuestro.
Líneas de grosor fijo, uso plano de cromas, síntesis gráfica, disciplina al resumir elementos y mostrar la esencia, los sabores, las texturas, las sensaciones, y no olvidar nunca las emociones.
Lo nuestro son arepas hechas con amor, el sonar de la playa, el aroma de la montaña, la picazón del sol. Lo dulce de un golfiado, Lo refrescante de una agüita é coco, empanadas rebosantes de queso. Obras de Cruz Diez, Soto, Reverón por donde caminemos. Arpa, cuatro y maraca en las llanuras. Salsa con tumbao en la ciudad. Chanceo en el frío y en el calor. Actitud caribe.
¡Así mismo! Somos todo eso, pero en pocas palabras. Mejor dicho, en gráficas simples, directas, sin mucho mangüareo. Con poco, hacemos mucho. Con menos, llegamos a más.